Han llegado CUENTOS

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EL CUMPLEAÑOS

Esa noche era de celebración, risas, abrazos, familia (o eso pensaba), gente… Algo me dijo no quieres estar aquí. En medio de la celebración fui a dormir, fue una noche extraña.
Dormí, como nunca lo hice, dormí sin recordar qué hice antes de entrar a la cama.
Son las 7 a.m. y mi hermana me despierta, la noche anterior había sido su cumpleaños.
– Baja, me dice.
Veo a mi padre, madre, hermana, hermano. Escucho a mi madre.
– Tu abuelita… tu abuelita…, me dice.
Ahí me largo a llorar.
Mi abuelita nos había dejado.

Natalia Saavedra Bórquez.
Escuela Santa María de la Ribera, TEMUCO.


LA SABIDURÍA DE MI PADRE

Mi padre hombre longevo de campo provincia Ñuble atesoraba en su mente momentos mágicos cada detalle que observaba lo hacía realidad, Así nació su amor por los árboles e hizo una hermosa quinta en su casa, También colecciono libros el más preciado tesoro todos los días me decía es apasionante leer y leer.

Hace dos años mi padre enfermo quedando postrado y más nació el ímpetu por la lectura y gracias a esa pasión olvidaba los dolores porque la poesía y la prosa lo llevaban con la imaginación a todos los lugares, campo, playa, observar pájaros y piedras.

En mayo mi padre solicita que le recite poesías la Higuera y Oda al caldillo de Congrio ese día me miro por última vez cerrando sus ojos a la eternidad, en su corazón imagino ver una higuera y sentir el sabor de un caldillo de congrio.

Nancy Moraga Zúñiga.
Escuela Diferencial Andalué, MAIPÚ.


CUANDO HUELE EL ALMA

Mi mano en la suya, tibia, huesuda, pequeña, el calor que la acompaño por más un siglo ya se extinguía y tras perdonarnos, sentí que se iba. Después una confusión de parientes queriendo ver a la madre y abuela difunta.

Me aparté para descansar, sintiendo esa pesadez en el aire, hospital antiguo, cloroformo, me levanté y abrí la casa completa, entendí que era su alma, que buscaba ser parte de la tierra, de la naturaleza.

Pasaremos la noche con su cadáver hasta mañana temprano, entre sueños, el olor vuelve, me incorporo y veo que la puerta tambalea, cerrándose de golpe.

Cristian Ahumada Reveco.
Corporación Municipal de COLINA.

(SIN TÍTULO)

Era un día de febrero del año antepasado. La mañana estaba soleada. Suena mi celular. Respondo; era la voz de mi yerno Israel quien me dice: “Don Mauricio, mañana celebraremos el cumpleaños de Renato en la piscina de la señora Leticia, tipo once de la mañana”. De acuerdo, le contesté.

Ya al entrar la tarde, disfrutábamos de los placeres de ese día de verano cuando mi nieta Martina grita desesperadamente, diciendo: ¡Me ahogo! No sabiendo nadar, me lanzo al agua para auxiliarla, pero tuvieron que auxiliarme a mi pues yo también me estaba ahogando y no lograba salir a flote.

Mauricio Cárcamo Muñoz.
Liceo de Niñas N°1 María Franck de Mac Dougall, VALPARAÍSO.